Hoy os voy a hablar de la clase de gente que me encuentro en el G y M. [¿Ge y eme? ¿Qué es ge y eme? Aaaah. Gimlaaasiaa]*
El primer punto a tener en cuenta es que, en efecto, no. No hay ningún tirillas más.
El tío al que más me parezco me saca dos cabezas y otros tantos brazos.
En segundo lugar, no sé dónde se esconden, o si son o no un mito, pero esos gordetes graciosos que se apuntan al gimnasio a bajar las lorcitas no existen. Creía que la simple visión de uno de ellos me animaría, ya que dada mi condición de tirillas, seríamos como la misma cosa pero al revés. Pero no.
La fauna del gimnasio se divide, así a grosso modo y según el criterio de mis cojones al viento, en dos categorías: Machokes y Hitmonchans. Por si no estáis familiarizados con estos términos, esto es un Machoke;
Machokes: Son esos tíos que... Bueno, creo que la foto de Machoke les hace bastante justicia. Imaginaos eso pero color carne. Nunca, pero nunca les veo en la zona de piernas, siempre están esculpiendo sus torsos o levantando hierros inmensos mientras hacen poses delante de los espejos (tristemente, esto no es broma).
Aunque parezcan unos monstruos desalmados, la verdad es que son los más majetes. No dejan de lanzarse pullitas entre sí, y si no sabes hacer un ejercicio bien (lo que ocurre continuamente porque las máquinas no es que sean lo más intuitivo del mundo), te ayudan con una sonrisa.
Hitmonchans: Por otro lado, estos parecen chavales normales, en sus veinte... Hasta que se levantan la camiseta, o les ves hacer ejercicio. Les llamo Hitmonchans porque lo más probable es que sean boxeadores amateur o profesionales, ya que Parla posee una gran cantera para este deporte.
Estos son menos majetes. A alguno sí que he cazado mirándome mal.
... Lo que no entiendo es por qué. Seguro que es por mi perilla.
Esto en cuanto a la fauna. Ahora vayamos con la flora. Es decir: lah muhereh.
Esto es sencillo: Están las mujeres, que de caracterizan por no abandonar las primeras dos filas de máquinas (las correspondientes a cardiovasculares) que, imagino, van para perder peso, o lo que sea. Y luego está la tía buena. Sí, sí, en singular. Le dedicaré una entrada aparte seguramente, así que sólo diré que entró un par de días después que yo y ya alcanzado a hacer la rutina que yo hago.
Lo cual me deja en la categoría de tirillas al que puede una mujer. Y bien orgulloso que estoy, hombre.
Y nada más. Probablemente haga una segunda parte de esta entrada, según vaya conociendo más y más gente y las clasifique metalmente en más y más grupos simplemente para autoconvencerme más y más que aunque ellos levanten unos hierros de la ostia... yo soy más gracioso.
Larga picha y prosperidad
*Esto de aquí. Haced clic donde pone "aquí". No, no me miréis con esa cara de "Jose, sé cómo funciona un hipervínculo" porque alguna vez ya lo he tenido que explicar.
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