martes, 24 de marzo de 2015

Queda mucho por hacer

Mientras camino hacia el gimnasio reflexiono acerca de cómo ayer no supe disfrutar de una oportunidad que mucho iba a tratar en repetirse: Ir al gimnasio sin agujetas.
Aún así, traspaso la puerta y me dispongo a realizar la misma rutina del día anterior, ya que no me indican lo contrario.
Prácticamente al acabar la parte de brazos, se acerca a mí el preparador y me imprime una rutina para el resto de la semana, decidiendo que hoy empezaríamos por brazos. Otra vez, pienso yo, pero como a chulo no me gana nadie, hago caso sin rechistar.
El punto álgido llega a la vez que el turno de las repeticiones de pesas con barra larga. Ahí estoy yo, el más tirillas del gimnasio, frente al espejo, con una pesa de 2.5 kg a cada lado de la barra, ofreciendo la imagen más cómica de mis casi 20 años de vida. Esto está chupao me digo, visiblemente motivado por la palpitante vena de mi bíceps derecho.

 ...

 Ni diez repeticiones. Deposito la pesa en el soporte y mi autoestima en el más profundo de los sótanos.Queda mucho por hacer, pienso, sin equivocarme. Estoy literalmente en el nivel más bajo. Desde aquí sólo puedo subir. Y con esto en mente (y no sin antes hacer piernas) me vuelvo para mi casa.


Aquí os dejo la canción que ha servido de inspiración para el título de esta entrada, del grupo Hamlet.


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